El Rocío Blanco anuncia el verdadero comienzo del fresco otoño. La temperatura desciende gradualmente y, por la noche, los vapores del aire se condensan formando rocío blanco sobre el césped y los árboles. Aunque el sol durante el día prolonga el calor del verano, las temperaturas bajan rápidamente tras el atardecer. Por la noche, el vapor de agua del aire se transforma en pequeñas gotas al entrar en contacto con el aire frío. Estas gotas blancas se adhieren a las flores, el césped y los árboles, y al amanecer, el sol les da un aspecto cristalino, blanco e inmaculado, con un encanto encantador.